"No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero, lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser",

sábado, 18 de julio de 2009

Iudicium

No quiero olvidarme de cierto ascetismo.

Que mis mares internos aúllen,

Y mis flores externas se amansen.

Quiero gobernar las ansiedades posmodernas:

Alcanzar mis logros sin morirme.

Y a veces no hacer nada.

Debo cuidar la elasticidad de mi pecho.

Y reconcientizarme de lo que es eso que entra por mi boca.

Otra vez mirar por todas las ventanas;

Abarcar todos los cielos,

Hacer gritar todas mis bocas.

Acordarme de qué color soy yo;

Preguntármelo: ¿de qué color soy yo?

No soy una evidencia soy un ser humano.

Quiero reír de alegría pero henchida de paz.

Son peligrosas las ambigüedades de este mundo.

Necesito tiempo par a tocar una piedra;

Entonces voy a dejar esa ruta por un rato.

Surcaré tranquilos senderos con flores.

Acariciaré un árbol.

Porque lo que como generalmente no me alimenta:

Quiero beberme el océano.

Mi maravilla es siempre mi recreación.

Mi re-creación.

No somos del color del mapa.

Hay un tinte en la voz.

Me oigo. Siento arena en la garganta.

Me percibo mojada como una sirena, pero libre.

Me sepulto jugando en la tierra,

La frescura me pinta la cara.

Y ahora dibújome toda en el fuego; mis brazos llegan hasta una montaña.

La flor saldrá sana y a tiempo.

Pero no si le doy pisotadas.

Volátil, voy por el mundo.

Luciérnaga fantástica.

Enciendo mi luz interior.

Brillo en lo sereno de la noche apagada.

Sonrío en el silencio cuando todo está en calma.

Y corro luego, y logro cosas:

Con mis mares internos aullando,

Y mis flores externas amansadas.

Porque solamente así

Sobreviviré a la madrugada de este siglo.

Que me empuja, que me psicopatea

Y me dice

¿Serás? O serás esclava de una era

Y no podrás levantar a tus mañanas.


Luciérnaga

miércoles, 15 de julio de 2009

Suceder-me

Como otros la sal,
como muchos el llanto.
como algunos el odio,
yo, la poesía.

Como días de sexo sin fin,
como gente mirando a la nada,
como noches de holgazanería,
yo, la poesía.

Como largas carreras y arduas,
como algunos la monotonía.
como el estudio, como la oración,
a mí, la poesía.

A mí la poesía como a otros lo que fuere.
A mí cuando la vida no me dice nada,
y me siento mareada de alguna rutina,
a mí, a mí, a mí
la poesía.

A mí cuando tiemblo al mirar el futuro
por el agujerito de esa cueva mía.
A mí me suceden y no me suceden
todas esas cosas que forman la vida.

A mí me suceden o no me suceden,
pero solamente, en la poesía.

Mi único Dios, después de mi Dios,
mi fatal destino, mi dulce placebo.
Todo mi alfabeto,
mi única palabra,
mi mirada fija,
mi lágrima rota.


Mientras vive el hombre sus distintas rutas,
yo cuando no soy, cuando no hallo vida.
Cuando ya el sentido no encuentra pregunta,
cuando todo es nada,
cuando todo es,
yo sucedo, soy;
a mí, poesía.


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