"No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero, lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser",

martes, 29 de diciembre de 2009

Poema Cien

Enojada busco un poema.

Un poema que me salve de tener que callarme.

Soy tan igual a todos.

Y tan distinta como la nada.

Una y otra vez me harto.

De toda de toda la pavada.

Pero la gente ríe y se mira,

De refilón, la cara.

La gente ríe y yo no entiendo nada.

Cansada de champañas y diálogos nimios.

Lejos. Lejos trasladaré mi carcasa.

Enojada con la moda de discutir ideología:

Todo vacío de sentido. Enormes caretas en las caras.

Bajo las luces. Adormezco mis ojos abiertos.

Mi poema me acaricia la espalda.

Todo lo que no veo me está cantando al oído.

Y lo que toco me harta y me harta.

La gente está rara últimamente.

La gente ya no sabe lo que piensa.

Y en ningún momento se calla.

Aturdida es un adjetivo que utilizo demasiado.

Felicidad es un vocablo al que le puse colores,

Y me abraza.

Tengo miedo del mundo. Abducción infrahumana.

La gente ya no sabe lo que piensa.

La gente ya nunca se calla.

Basta de copas insulsas

Yo quiero mi verdadera agua.

Ésta.

Todo se ha vuelto mentira.

Pero mis verdades me sostienen.

Soy.

Soy una todo el tiempo.

Y todo el tiempo busco una ventana.


Luciérnaga Fantástica (Nocturna)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Elástica

Elástica mi sangre busca recodos.
Elástica.
Aparecerme donde no haya nada ninguna fruslería.

Pinto el mundo
Me araño la cara
No se puede si no me estiro.
No se puede nada.

Veo rostros amansados, desespero,
Conciencias apagadas.
Yo, desvelo. Elástica.

Elástica llego muy lejos
Donde nadie se asusta por nada.
Donde la pobreza sigue siendo mala,
Y ya nadie quiere naturalizarla.

Llego corriendo, mis piernas en la voz.
Elástica.

Se quedan los trenes temiendo pavadas.
Mi sangre busca abarcar el todo.
Elástica. Licuada.


Y qué si quiero revolver los pozos?
Sobrevivo. Elástica.
Así, y así.
Mi máscara no es blanda.
Es yo. Mi ser en plena artimaña.

Mis manos rompen el aire. Elástica.
Así lo puedo todo, y si quiero puedo nada.

Busco algo dentro que no sé cómo se llama.
Pero tengo coraje y lo busco.
Elástica.
Elástica muerdo a la muerte.
Y quiero eternizar la madrugada.
Y oigo voces que no entienden,
Pero que no entienden nada.

Río, río a carcajadas.
Soy de un color.
Navego una parte ultrahumana.

Y puedo percibirme.
Elástica.
Y me alegro de andar por el mundo
Por ningún hilo manejada.
Afronto que soy poesía,
Y me aguanto toda la guadaña.

Porque voy a llegar donde quiera.
Azul. Azul
Y elástica.

luciérnaga (Return) tiempos visibles

sábado, 18 de julio de 2009

Iudicium

No quiero olvidarme de cierto ascetismo.

Que mis mares internos aúllen,

Y mis flores externas se amansen.

Quiero gobernar las ansiedades posmodernas:

Alcanzar mis logros sin morirme.

Y a veces no hacer nada.

Debo cuidar la elasticidad de mi pecho.

Y reconcientizarme de lo que es eso que entra por mi boca.

Otra vez mirar por todas las ventanas;

Abarcar todos los cielos,

Hacer gritar todas mis bocas.

Acordarme de qué color soy yo;

Preguntármelo: ¿de qué color soy yo?

No soy una evidencia soy un ser humano.

Quiero reír de alegría pero henchida de paz.

Son peligrosas las ambigüedades de este mundo.

Necesito tiempo par a tocar una piedra;

Entonces voy a dejar esa ruta por un rato.

Surcaré tranquilos senderos con flores.

Acariciaré un árbol.

Porque lo que como generalmente no me alimenta:

Quiero beberme el océano.

Mi maravilla es siempre mi recreación.

Mi re-creación.

No somos del color del mapa.

Hay un tinte en la voz.

Me oigo. Siento arena en la garganta.

Me percibo mojada como una sirena, pero libre.

Me sepulto jugando en la tierra,

La frescura me pinta la cara.

Y ahora dibújome toda en el fuego; mis brazos llegan hasta una montaña.

La flor saldrá sana y a tiempo.

Pero no si le doy pisotadas.

Volátil, voy por el mundo.

Luciérnaga fantástica.

Enciendo mi luz interior.

Brillo en lo sereno de la noche apagada.

Sonrío en el silencio cuando todo está en calma.

Y corro luego, y logro cosas:

Con mis mares internos aullando,

Y mis flores externas amansadas.

Porque solamente así

Sobreviviré a la madrugada de este siglo.

Que me empuja, que me psicopatea

Y me dice

¿Serás? O serás esclava de una era

Y no podrás levantar a tus mañanas.


Luciérnaga

miércoles, 15 de julio de 2009

Suceder-me

Como otros la sal,
como muchos el llanto.
como algunos el odio,
yo, la poesía.

Como días de sexo sin fin,
como gente mirando a la nada,
como noches de holgazanería,
yo, la poesía.

Como largas carreras y arduas,
como algunos la monotonía.
como el estudio, como la oración,
a mí, la poesía.

A mí la poesía como a otros lo que fuere.
A mí cuando la vida no me dice nada,
y me siento mareada de alguna rutina,
a mí, a mí, a mí
la poesía.

A mí cuando tiemblo al mirar el futuro
por el agujerito de esa cueva mía.
A mí me suceden y no me suceden
todas esas cosas que forman la vida.

A mí me suceden o no me suceden,
pero solamente, en la poesía.

Mi único Dios, después de mi Dios,
mi fatal destino, mi dulce placebo.
Todo mi alfabeto,
mi única palabra,
mi mirada fija,
mi lágrima rota.


Mientras vive el hombre sus distintas rutas,
yo cuando no soy, cuando no hallo vida.
Cuando ya el sentido no encuentra pregunta,
cuando todo es nada,
cuando todo es,
yo sucedo, soy;
a mí, poesía.


Luciérnaga (Return)

viernes, 6 de febrero de 2009

"En las pálidas tardes me cuenta un hada amiga las historias secretas llenas de poesía..."

Un 6 de febrero de 1916, moría en Nicaragua Rubén Darío.


Una tarde cualquiera de 2004, andaba yo por ahí revoloteando mis incipientes alas de mariposa literata, iniciando la ruta del estudio de las letras, de leer y de leer porque hay que leer mucho para pensar y para decir y para crecer.
Eran tiempos de conocer escritores; como si fueran citas románticas, íntimos encuentros de las más diversas características: El Quijote, El Cid Campeador, Dostoievski, Calixto y Melibea, entre muchos otros, que, confieso sin soberbia posible, no he leído debidamente o he dejado de leer. Entre esos encuentros en los que se producía (y se produce en quien asiste) tanta cosa inexplicable, en la que hay tanto que aprender para poder, justamente, explicar, estuve, frente a frente, con Rubén Darío. Procurando conocer y comprender los trenes cosmopolitas de su "modernismo", imaginándome torres de marfil, valorando su talento para haber hecho volar, como lo hizo, a la lengua española de entonces.
En una tarde cualquiera en que feliz, leía e intentaba comprender, sabiendo que afuera cierta parte del mundo una y otra vez no comprendía qué hace el que no inventa computadoras o no cura, o no construye casas, en esa tardecita sin alardes, y tal vez "azul", yo alumbraba preguntas desde sus poemas.Y como para ensayar una respuesta que quién sabe si algún día iba a tener, pude balbucear, quizás ésta... ésta tontería. Tontería del que cree en el alma de la historia, del que se abraza a todo aquello que se dijo y a lo que se haya podido callar, para revisar y crecer, para leer y pensar, y alimentar con esa simiente grandiosa pero tan prudente, lo único que no podemos hacer funcionar como una máquina: el espíritu humano.
He aprendido que de lo que hay que estar orgullosos no es de saber todas las respuestas, sino de abrir la mente a todas las preguntas. Sólo así, sostengo, se puede caminar de la mano del conocimiento sin dejar de transitar el mundo. Un mundo al que no le sirven libros"cerrados", sino libros "abiertos".




"Yo persigo..." tantos versos... (A Rubén Darío)


¿Cómo he de saber cuál era la forma

Que tú perseguías sin hallar tu estilo?

¿Cómo comprender al Gran cisne blanco,

Y por qué imposible tu Venus de Milo?

¿Cómo es que le hallaste el ave a la luna?

¿Cómo fecundaste a tu bella durmiente?

¿Cómo le inventaste a ella una ventana?

¿Qué he de interpretar? ¿Tus versos me mienten?

Sé que no lo hacen; es letra sincera

En la que envolviste tu ilusión, tu vida.

Sin embargo el hombre hará lo que quiera

Con el esqueleto de tu poesía.

Lo hará con la mía, y con la de otros,

Porque nadie sabe ni habrá de saber,

Dónde está el reposo, en qué lecho hermoso

Descansan las letras antes de nacer.

Yo sé que los versos, distinto es que dicen,

Si los lee éste, si los lee aquel.

Por eso hoy escribo que la poesía,

No es sino el poeta, sobre su papel.

Luciérnaga (a mis 24 años)









domingo, 25 de enero de 2009

Por un "Hombre" mejor.

Que mi memoria no se oxide.
Mientras vivo, debo aceitar mi conciencia, no voltear ante el dolor que se padece en mi mundo.
Ser hombre no es tan sencillo como mirar a través de una ventana.
Nuestra sombra en el suelo a veces es algo más que lo que queremos.
A veces es simplemente lo que pasa.
Que mi palabra no se muera. Que mi mente no me abandone.
Que cada uno halle su herramienta.
Pero que en cada momento de mi arte yo construya la paz.
Que no suceda que el animal que destroza su propia tierra, asuma como verdad que la guerra es una hierba que crece de ella.
Naturalizar las cosas nos deja más tiempo para dormir,para descansar en la vana almohada de nuestra existencia.
La conciencia flota como una nube.
El mundo en el que vivo hoy es un tren cargado de placebos; pero en cada estación nos volvemos más desnudos.
Sin embargo nosotros siempre queremos llegar a algún lado.
Vamos como niños sonriendo con la cara al viento por la ventanilla. Las manos llenas de caramelos.
Las vías por las que andamos no dan tregua: nos están llevando.
Somos elementos que anhelan sentirse realizados.
Yo sé que todos
seremos hombres desesperados.
Yo no le temo a la peste ni dibujo apocalipsis fatales con colores de sangre, con olores a fuego...
Yo sé que todos seremos hombres desesperados.
y después de perseguir ese mito de la felicidad durante toda una ¿vida?,
alcanzaremos, sí, alcanzaremos algo:
Sabremos cómo se siente el espíritu vacío.
Sabremos cómo es estar desesperado.
Porque enfermamos a la tierra, porque escupimos lo humano.
Y no habrá de dónde sostenerse: porque las casas se construyen sobre "el suelo", y los hogares se construyen sobre "paz".
Igual que vinimos al mundo nos iremos:desnudos,
y desesperados.
Pero con conciencia de ello.
Entonces moriremos.
Moriremos por deshonra colectiva.
Por ultrajamiento del espíritu hermano.
Qué gran oportunidad la vida: una carrera incansable por vivir arropados y felices, que termina en morir
desnudos,
y desesperados.

Luciérnaga( Conciencia)